Artículo de Carlos Sedano en diario sur.
No salgo de mi asombro: para reducir la factura energética nada más inteligente que, por supuesto, ¡reducir la velocidad!, como no podía ser de otra forma.
Qué esperpéntico manojo de "expertos" tenemos en nuestro Ministerio del Interior y en la DGT. Ya puestos, podríamos probar con límites de 50 km/h en autopistas y autovías. Seguro que ahorramos mucho más y conseguimos menos fallecidos por accidentes, o mejor: prohibimos los coches y todos en bicicleta, o en AVE, para así rentabilizar las inversiones en infraestructuras ferroviarias.
Pero, ¿cómo ser puede ser tan memo?
La velocidad influye en el consumo, eso está claro, pero NO ES LA UNICA VARIABLE. Insisto, no es la única variable. Vayamos con ejemplos prácticos:
1- En autovía a 110 km/h, hay conductores que circulan en cuarta, cuando el coche tiene quinta o incluso sexta marcha. Así se puede consumir hasta un 30% más. No levantéis las cejas: no os podéis ni imaginar la cantidad de gente que lo hace habitualmente.
2- En autovía a 110 km/h, con las ruedas con la mitad de presión de la indicada por el fabricante, desgraciadamante algo que ocurre con increíble frecuencia. Esto hace que el coche consuma entre un 5 y un 10% más.
3- Vehículos circulando en carretera con portabicicletas en el techo o cofres vacíos para meter bultos. Sumad entre un 10 y un 15% más de consumo.
4- Llevar los pasos de rueda llenos de barro de no limpiar el coche nunca en invierno después de las lluvias. Resultado, entre un 2 y un 4% más de consumo.
5- Aire acondicionado en trayectos cortos de ciudad:+30% de consumo.
6- Aire acondicionado en viajes por carretera: +15% de consumo.
7- No aprovechar las inercias evitando frenar para volver a acelerar innecesariamente: sobre un 15% más de consumo.
8- Tener un coche de 200 cv para ir a 110 km/h: mejor no hago cuentas.
Ninguna de estas situaciones podrá mejorar el consumo de esos conductores aunque se reduzca la velocidad a 110.
He leído noticias de agencias en las que desde el gobierno indican que los camiones se van a ver beneficiados también con esta medida. ¿Beneficiarse?, pero si ninguno puede pasar de 90 km/h, ¿cómo se van a beneficiar de reducir la velocidad a 110?
Conclusión: la educación del conductor, con cursos obligatorios que enseñen todas estas técnicas y explicaciones es el mejor de los remedios para ahorrar combustible. Sin embargo, gastarse 250.000 euros para ponerle a las miles de señales de 120 km/h que hay en nuestro país una cutre pegatina para convertirla provisionalmente en una de 110 km/h es, simplemente, un mal chiste.
Me lo ponen a huevo: qué fácil es confundir la velocidad con el tocino.
2 comentarios:
Eso mismo pense yo. Que muy escaso de cerebros tienen que handar para aprobar esta basura.
Me pongo a pensar en esto que aprueban estos "señores" y me pongo enfermo, de verdad. Si animo de ofender, pero si me siento 5 minutos en el wc de mi casa, se me ocurren 10 ideas mejores que esa para reducir el gasto de energia.
Las ya nombradas en el articulo y mas, como por ejemplo quitar los semaforos en nucleos urbanos o ciudad y poner rotondas. Una rotonda es lo mas basico que hay, el que llega antes tiene prioridad y no hay que esperar a que se ponga nada en verde. Mira, ahorras electricidad y emisiones de co2 mientras que no estas parado en el semaforo y gasolina. Ponte el ejemplo de estar en un momento en el que no hay trafico y en el otro carril no esta pasando nadie pero por pelotas tienes que esperar......
Haber cuando se sienta en el wc a pensar alguno de estos LUMBRERAS que nos gobierna.
saludos.
A pesar que de coches de carreras no tienes la mas minima idea, con este articulo te tengo que dar la razon.
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