Fidel de la Peña, máximo responsable del Rally Cantabria Infinita, prueba valedera para el Campeonato de España, apeló ayer al 'milagro' de la Navidad, en espera de que, antes de febrero, acudan en su ayuda una o varias empresas que pongan sobre la mesa 90.000 euros. De esa cifra depende el futuro de la carrera. Si en ese plazo no llega el dinero, el rally dejará de existir a sus treinta y tres años de vida.
Así de 'cruda' planteó la realidad De la Peña, en una rueda de prensa en la que contó con el apoyo de los pilotos Dani Sordo, Chus Puras, Enrique García Ojeda y Ramón Cuesta, director general de Deportes del Gobierno de Cantabria.
El director del rally señaló que se han presentado amplios dossiers sobre la prueba a cuatro empresas de la región y, hasta ahora, «no hemos tenido respuesta». «Lo que no podemos hacer, en tiempos de crisis como estos, es pedirle más colaboración a las instituciones públicas -Gobierno de Cantabria y Ayuntamiento de Santander- para solventar una situación que, ahora, es dramática».
De la Peña aseguró que el rally para el próximo año está ya completamente estructurado, con cambios, fechas y recorridos, y que es optimista. Quiere, además, llegar al menos a celebrar la última edición en 2011.
También aseguró tener varias ideas para, al menos, dejar esa cifra necesaria para el desarrollo de la prueba en 10.000 euros menos. «Desde aquí, espero un milagro y sobre todo ahora que estamos en Navidad. Hay que intentar que Santander viva esa edición número 33», con llegada, salida y recorrido completo por la ciudad. Y es que si el rally se llega a celebrar el próximo año, esa es la gran novedad. Se trasladaría al completo a la capital cántabra. «Santander nos ha dado mucho pero no ha recogido nada, y se lo merece después de 33 años. Quiero que la ciudad viva las asistencias, algo que hasta hora se ha hecho en Torrelavega, a cuyo ayuntamiento, por cierto, quiero dar las gracias. No tengo más que palabras de agradecimiento para él».
Según señaló Fermín Molino, uno de los miembros del comité que organiza la carrera, «tener concentrado todo en Santander ayudaría a mejorar la organización y que el rally salga mejor. El hecho de que el centro neurálgico estuviera desperdigado hasta ahora nos penalizaba. En Santander podríamos tener, incluso, más tramos».
No podemos hipotecarnos
Fidel de la Peña señaló ayer que no entendía como se podía continuar organizando el rally y aseguró que en cierta ocasión tuvo que poner de su bolsillo siete millones y medio de las antiguas pesetas para hacer frente a los gastos de la prueba. «Ese debió ser el final del rally, porque todos tenemos familias y no podemos hipotecarnos por un hobby. Habrá que decir basta, si no logramos el dinero para antes de febrero». También, matizó que en Cantabria no hay tradición para que el público de los rallies pague por ver ese tipo de espectáculos, como sucede en otras regiones. «Un año pusimos unas huchas a lo largo del recorrido, para que colaborasen los aficionados y fue un auténtico fracaso».
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