3, 2, 1… el 46º Rallye Rías Baixas Vodafone Gran Premio Turismo de Vigo se pone en marcha. El actual líder del Campeonato de España de rallyes de asfalto, el alicantino Miguel Fuster es el primero en tomar la salida. El trazado de As Neves, estrecho y bastante sucio, no es el más idóneo para su Porsche 911 GT3 pero el alicantino va a por todas porque quiere comenzar a marcar diferencias con sus rivales. No corren Vallejo ni Ojeda, pero Alberto Hevia o la “armada gallega” (Pedro Burgo, Víctor Senra y Alberto Meira) amenazan con ponerle las cosas muy difíciles. Además cuentan con el aliento de la afición que, fiel a la cita, madruga como nunca para situarse en las mejores posiciones y como manda la organización, detrás de la cinta amarilla.
De esta forma arrancará el rallye que consiguió sobrevivir a la crisis gracias al apoyo de las instituciones, el aliento de los apasionados al mundo del motor y el trabajo incansable de la Escudería Rías Baixas y su más de medio millar de voluntarios.
Acabar la jornada en lo más alto del cajón del pódium, que se situará en la Puerta del Sol, pasa por ser el más rápido en los 164,14 km cronometrados de los que consta el recorrido. Por la mañana, además de las dos pasadas al tramo de As Neves, los participantes también recorrerán el de Covelo, la especial más larga del “Rías” con 23,62 kilómetros, y darán la primera pasada al de Fornelos de 11,37 kilómetros. La
segunda la harán a primera hora de la tarde, jornada que se completará con el bucle a Ponteareas (de 14,77km) y Mondariz (de 17,96). Entonces conoceremos si Miguel Fuster es capaz de revalidar victoria en la prueba viguesa o si cede al cajón más alto del pódium a alguno de sus rivales.
Calentando motores
El Shakedown, que se celebró por la mañana en los montes de las parroquias viguesas de Beade y Bembrive, fue un buen aperitivo de lo que se podrá ver durante la jornada del sábado en las carreteras del Sur de la Provincia. Los 27 pilotos inscritos en este tramo test de casi tres kilómetros, aprovecharon las cinco pasadas reglamentarias para ultimar la puesta a punto de sus vehículos, detectar anomalías de última hora, y
en definitiva calentar motores.
El Shakedown se desarrolló entre las diez y las doce de la mañana con una gran presencia de aficionados a lo largo del tramo.